El proceso de destrucción de la Floresta Amazónica, una de las pocas grandes reservas ecológicas del planeta, está asociado a factores bien conocidos: el modelo económico-social basado en la lucratividad inmediata, el extractivismo predatório y el “desarrollo” concentrador. Esta destrucción (desmatamiento y quema) es uno de los factores importantes que contribuyen al efecto estufa y hacen del territorio brasilero el cuarto emisor mundial de gases 1. Frente a las amenazas representadas por el aumento de las tasas de deshielo y del nivel del mar es necesario revisar los objetivos ambientales y sociales, hoy subordinados a los intereses de los “mercados” (esto es, especuladores financieros y movimientos de capitales internacionales) promoviendo una retomada de la intervención de Estado basada en parámetros socio-ambientales. Los grandes proyectos existentes para la región todavía están concebidos en función de la expansión del capital internacional y nacional, y son generalmente protegidos por una coraza de investigaciones, análisis, legislación y un conjunto de argumentaciones ideologizantes que oscurecen la percepción real de las cuestiones relevantes en juego.
Como se sabe, es posible, actuando con inteligencia, sentido del bien común y generosidad, aliar la explotación económica a la preservación. Existen sistemas de remuneración para tornar ventajoso conservar la floresta en pié tanto en gran escala (créditos de carbono) como en la pequeña escala (el programa “bolsa-floresta” por ejemplo) para los productores rurales. Por eso es necesario adoptar mecanismos de viabilización económica para los asentamientos ya existentes, capaces de desestimular el desmatamiento creando liñas de crédito para la recuperación y reutilización de tierras degradadas y crear certificados especiales para productos originarios de propiedades que actúen dentro de la ley y se basen en practicas ambientales responsables. Como es sabido también, la vulnerabilidad a las modificaciones climáticas son potencializadas cuando están asociadas a otras condiciones negativas tales como la pobreza y el acceso desigual a los recursos, la inseguridad alimentaría, la tendencia a la globalización económica y a la incidencia de enfermedades endémicas o epidémicas 2. La investigación y la elaboración de proyectos adecuados a las condiciones físicas y culturales de la región exige, además de la decisión política, equipos profesionales capacitados y proyectos de alto nivel arquitectónico y ambiental. Junto con la alta precariedad de las condiciones de vida de los habitantes de calles, favelas, conventillos y loteamientos clandestinos en las periferias de los centros urbanos, está configurado un campo de cuestiones urgentes que demandan nuevas mediaciones entre los representantes del poder publico, organismos nacionales e internacionales, los medios de comunicación, la sociedad civil, juntas de vecinos, técnicos y pensadores, para enfrentar la enorme variedad de situaciones sociales y ambientales especificas en las que somos solicitados a contribuir con nuestros conocimientos y experiencia. Jorge Mario Jáuregui 1 – www.bbc.co.uk/portuguese Otras referencias: www.correioweb.com.br, “Operação Amazônica”
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