“La producción de los arquitectos, diseñadores y urbanistas está siempre orientada por su funcionalidad social. Es decisivo entender que hay más que una simple adecuación a requerimientos que el mercado predefine, por el contrario se trata de reconocer la lógica propia que organiza las dos grandes funciones o destinos de nuestro hacer: el habitar y la comunicación. La responsabilidad social y política de la Arquitectura, el Diseño y el Urbanismo, deviene del sentido que se asigne a estas funciones, puesto que tanto pueden ser entendidas sin ejercicio crítico , y en consecuencia ser portadoras de la aceptación o acentuación de las condiciones de sumisión e injusticia , o bien alentar las transformaciones que atiendan a los legítimos intereses del cuerpo social . No se trata de la simple y complacida adecuación a principios utilitaristas, que propicien comodidad en los usos de objetos y espacios y facilidad de lectura en los mensajes, se trata de una lógica que se haga cargo de las variadas modalidades tanto de los ejercicios plenos del habitar como de las significaciones de la imagen. Sin conocimiento del significado interno y social de cada contenido y de cada acción de diseño que se reproduce en cada operación de cada práctica, no hay aprendizaje, solo adiestramiento.” Roberto Doberti
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