Jorge Mario Jáuregui

Cidade de Deus

(ciudad de urgencia)
Proyecto elaborado en 2004 a pedido del Comité Comunitário de Cidade de Deus

29/01/2009

Reflexiones a partir de la película, que recibió cuatro nominaciones para el Oscar. Sus efectos han tenido un destino singular. De un lado, llamar a atención para el gravísimo problema de la exclusión social, particularmente en Brasil y por extensión, por toda América Latina; por otro lado, contribuyó en gran medida a estigmatizar, todavía más, la población que vive en ese sector de la ciudad de Río de Janeiro, a punto tal que los habitantes de “Cidade de Deus” no sienten ninguna simpatía por la película. Por el contrario, la acusan de haber contribuido a reforzar la imagen negativa del lugar (que en verdad no es exactamente la que se muestra); visitándolo podemos comprobar que no corresponde para nada al “aura” que la película hizo de él. Según ella, un lugar donde viven personas sin honor, sin proyectos, sin porvenir, constituyendo un cuadro desesperante y desesperado.

La realidad es bien diferente. Los habitantes de Cidade de Deus son altamente politizados y organizados (17 entidades comunitarias componen el Comité Comunitario) y cuentan con el apoyo de numerosas organizaciones e instituciones, tanto públicas como privadas. La idea de una “isla” amputada del resto de la ciudad, no es por lo tanto, verdadera.
Las interacciones con Instituciones de todo tipo son por el contrario, su marca distintiva, lo que ha creado excelentes condiciones para la formulación de numerosos proyectos de integración socio cultural y económica, y ahora, con el soporte de los arquitectos, su traducción en un proyecto de Articulación Urbanístico, Social y Ambiental, con el objetivo no solo de estructuración interna sino también de conexión con el contexto, que es principalmente un área de la ciudad de Río en proceso de enorme crecimiento y transformación (Barra de Tijuca). A 1,5 km de Cidade de Deus, está siendo construida la Villa Panamericana para los juegos Olímpicos de 2007 y otro “vecino” muy importante es el poderoso SESC (Servicio Social del Comercio) cuyas enormes instalaciones hacen frontera con esta gran “favela”. Estos son dos entre otros numerosos “partenaires” potenciales, que la formulación del Proyecto de Articulación ayuda a encauzar.
El simplismo y fatalismo peligroso que la película promueve en su descripción del lugar, olvida toda esta "red activa” de actores reales.
Otro elemento significativo a considerar, mismo que los habitantes se reconozcan como favelados (debido a su origen y al hecho de haber sufrido un proceso de adensamiento y re-favelización), es el hecho de no ser una “favela” sino un “conjunto habitacional” (término utilizado para designar agrupamientos de edificaciones sin ninguna calidad, hechos para los sectores de mas bajos recursos de la sociedad y producidos por agencias gubernamentales a lo largo de todo el país, con una visión inmediatista de las soluciones propuestas).

Planta general de Cidade de Deus

Cidade de Deus puede representar una referencia para la creación de nuevas bases de participación comunitária en el territorio, a partir de la constitución del Comité Comunitário y de la Agencia de Desarrollo. Esto implica la comunidad articulandose en y desde el territorio, buscando la confluencia de organizaciones comunitarias con los diversos representantes del poder público y la sociedad civil.
La elaboración del Plan Comunitario de Desarrollo es parte de la caminada por la calificación social y urbanística.
Lo que se busca es transformar las condiciones existentes, basados no solo en una "democracia consultiva", sino principalmente en los intercambios entre la comunidad organizada, el poder público ( en sus diversas representaciones) y las "fuerzas vivas" de la sociedad.
Se trata de la construcción de un sujeto colectivo, capaz de superar la fragmentación de la representación local como consecuencia de una multiplicidad de acciones gubernamentales descoordinadas entre si, de la acción de la figura del "mediador" (ONGs, políticos, etc) y de la interferencia de los traficantes, a través de la elaboración de proyectos propios.
Lo que presupone la construcción de un "diálogo con la ciudad", desde el protagonismo comunitario, auxiliado por equipos multidisciplinarios.
La función del Comité Comunitario de Cidade de Deus es la de elaborar y ofrecer alternativas de elección en la comunidad. Poder elegir entre varias alternativas, con una visión secuencial de las acciones necesarias. Es para esto que sirve la elaboración del Plano de Desarrollo Socio-Espacial, apoyando la redefinición del perfil de la comunidad y disputando un lugar en la ciudad a partir de la capacidad de inserción positiva.
La comunidad tiene dinámicas asociativas, culturales y productivas que es necesario saber leer y poner en valor, con un "signo" claro que la identifique, partiendo de la lectura de la estructura del lugar, de la "escucha" de las demandas y de la detección de oportunidades.

Unidades residenciales originales transformadas por los habitantes

Cidade de Deus, hoy con 65.000 habitantes, nace en la década del ´60 como “solución habitacional”, para gente que residía en favelas localizadas en las áreas nobles de Río (como la “Lagoa”) y que fueron oficialmente expulsados para la periferia de la Ciudad, sin servicios ni equipamientos urbanos que pudieran configurar ningún tipo de urbanidad. Todo eso con el argumento de “higienizar” y “ganar” los espacios ocupados por las favelas, para la ciudad formal, donde, salvo excepciones, fueron entregados a la especulación inmobiliaria.
Pero el hecho de Cidade de Deus contar con una fuerte y activa organización comunitaria, con numerosas escuelas (solamente de enseñanza básica, pues no hay de enseñanza media ni profesionalizante), puesto de Salud, Escola de Samba, etc, le confiere un potencial que el proyecto que desarrollamos interpreta y potencializa, disponibilizando al Comité Comunitario ,un instrumento del cual el carecía a la hora de negociar su futuro.
El proyecto de articulación Urbanístico y Social, localiza espacialmente los eventos, reconfigura las centralidades y define nuevos programas a partir del diálogo con la comunidad a través de la escucha de la demandas, llevando en consideración la relación costo-beneficio de las inversiones propuestas.
Esto facilita las negociaciones tanto con el poder público cuanto con sectores de la iniciativa privada y numerosas organizaciones e instituciones que actúan en el local y en los alrededores.

El proyecto me fue solicitado por intermedio de la Caixa Económica Federal, institución que actúa en el local y en todo el ámbito nacional en lo relacionado a los programas habitacionales de interés social.

El proyecto parte de la lectura de la estructura del lugar, de la interpretación de las demandas, de la incorporación de informaciones y proyectos existentes elaborados por los integrantes del Comité y hace su integración con los conceptos disciplinarios referidos a lo urbanístico, arquitectónico, paisajístico y ambiental.
Propone el refuerzo de las centralidades existentes, la creación de nuevos focos de vida asociativa y la introducción de un nuevo germen de vida urbana mediante el diseño de tres nuevas cuadras residenciales, con servicios y comercio, para la relocalización de 600 familias que ocuparon en los últimos años en un sector pantanoso contiguo y en muy precarias condiciones. Estas nuevas cuadras están diseñadas con un concepto de genética urbana del cual son portadoras cada una de las unidades residenciales expansibles proyectadas. Se basa en un núcleo inicial de 32m2, concebido arquitectónica y urbanísticamente, donde el usuario puede realizar ampliaciones de acuerdo con sus necesidades y con su capacidad económica, a lo largo del tiempo ampliando mas del doble el área construida de su vivienda.

Este aspecto del proyecto es relevante al permitir articular condiciones urbano-arquitectónicas de interés general de la ciudad (fachada urbana incluida) con libertad de actuación de cada habitante, sin comprometer la cualidad del espacio público.
Las agencias gubernamentales tienen una responsabilidad especial y específica en el área de actuación de los proyectos urbanos y de los programas habitacionales, incluyendo todo lo relativo al transporte publico, buscando crear condiciones para el surgimiento de proyectos capaces de cambiar el paradigma vigente de carácter predominantemente cuantitativo, para otro que contemple la calidad de vida y la sostenibilidad de los proyecto, promoviendo una nueva relación hombre – medio ambiente.

Hoy es necesario pensar el desarrollo a partir de las comunidades y en este sentido, lo social no es un complemento de lo económico. Desarrollo local es otra cosa; implica desarrollo de las personas en tanto que colectividad y al mismo tiempo calidad de vida. Hoy, claramente se coloca la cuestión en el continente latinoamericano, de desarrollo social versus crecimiento económico: las políticas públicas presentan esta dicotomía que es necesario superar. Por eso es fundamental pensar la capacidad de las comunidades de reconstruir su futuro a partir de sus proyectos, elaborados de abajo para arriba y de adentro para afuera, con el auxilio de equipos interdisciplinarios, cruzando e interceptando las miradas y los saberes. Es necesario transformar socio – productiva – ambiental y urbanísticamente el territorio, pensando su reorganización.

Se trata de trabajar con el concepto de “ciudad que integra”, no que recorta ni separa, con un nuevo concepto de hábitat basado en: agrupamientos urbanos sostenibles, incluyendo una combinatoria de casa con patios, espacios colectivos de escala adecuada y unidades residenciales superpuestas, con una cierta densidad. Por eso debemos partir de la definición del territorio, considerando tanto sus aspectos negativos (dificultades de acceso, déficit infraestructural, degradación ambiental, etc.), cuanto positivos (movilización y participación comunitaria, existencia de varios programas, actividades múltiples, etc.)

La idea de crecimiento tiene que ver con articulación, con como se piensan las “Cidades de Deus” unificadamente, para evitar el aislamiento, buscando “construir ciudad”, considerando tanto la cualidad del medio ambiente y de la habitación, como simultáneamente la calidad de la educación y la salud. Y esto tiene que ver con transformación que implica pensar el largo plazo a partir de una presencia en el lugar, “escuchando” las demandas y sintetizándolas en proyectos consistentes.

El territorio se articula en el tejido físico-social, en las redes y en el grado en que se dan las conexiones.
Es necesario superar la política “clientelista” que implica intermediación, buscando construir redes de acceso, lo que significa poder escoger varios caminos. La cultura de redes presupone una integración horizontal como oposición a la pirámide. Es necesario percibir las oportunidades latentes dentro de la favela, por ejemplo, produciendo conocimiento dentro de la propia comunidad y el Proyecto de Estructuración Físico y Social ayuda a eso.

Todo lo cual requiere una redefinición de las elaciones entre ética (entendida como “hacer lo que debe ser hecho”), estética (lo que tiene que ver con afinar la escritura arquitectural) y política (las relaciones siempre complejas con las estructuras del poder), desde una consideración de las tres ecologías: mental (despolución de los conceptos para poder pensar), social (revisión del conjunto de relaciones sociales, del “socius”) y ambiental (todo lo relativo a la sostenibilidad de las intervenciones).