Favelas |
Jorge Mario Jáuregui y las Favelas de Rio de Janeiro |
A lo largo del siglo XX, hablar de arquitectura en Río de Janeiro, significaba
referise a las obras diseñadas por professionales de prestigio, ubicadas
en las áreas "nobles'' de la ciudad, reflejando las necesidades de los
estratos adinerados de la sociedad. Los temas básicos, consistían habitualmente
en edificios de apartamentos, oficinas, centros recreativos y culturales,
ministerios, hospitales, etc., utilizados por la alta y media burguesía.
Los habitantes urbanos más pobres, fueron relegados al ovido por casi
cien años, instalados en precarias viviendas, formando introvertidos guettos,
asentados en las inaccesibles colinas (morros) dispersas por todo el territorio
de la ex-capital del Brasil. Sin embargo, la expresión cultural de Río
de Janeiro, no sería conocida en el mundo - por ejemplo las Escolas de
Samba del Carnaval -, sin la participación creadora de los habitantes
de las favelas.
A partir de 1994, el Municipio de la ciudad, asumió por primera vez en
esta centuria, una nueva política en relación a las 500 favelas que albergan
más de un millón de habitantes: no considerarlos más como población marginal,
ajenos a los atributos que definen el "ciudadano'' del barrio formal.
Tampoco seguir concibiendo la favela como un "cáncer'' urbano que debía
ser extirpado y eliminado, debido a su caráter espontáneo, ajeno a las
normas que rigieron el desarrollo histórico de la ciudad formal. El programa
"Favela-Bairro'', estableció la necesidad de integrar la favela al contexto
urbano y otorgarle a sus habitantes el status de ciudadanos, através del
equipamento de infraestructuras técnicas, servicios, permeabilidad circulatoria
y cualificación de los espacios públicos. Para lograr llevar a cabo este
plan en casi un centenar de favelas, fueron organizados concursos para
los proyectos y ejecución de las obras, en los cuales participaron, tanto
profesionales locales reconocidos como arquitectos de las nuevas generaciones.
Jorge
Mario Jáuregui, de origen argentino - nacido y graduado en la ciudad de
Rosario -, desde su juventud estuvo siempre próximo a los problemas sociales
que caracterizan la ciudad contemporánea. De allí su dedicación a una
arquitectura de contenido popular, en busca de soluciones para los estratos
más necesitados de la población. Radicado desde hace 22 años en Río de
Janeiro, tanto en el programa ''Rio-Cidade'', como en el ''Favela-Bairro'',
encontró la opurtunidad para llevar a cabo sus ideales sociales y urbanísticos.
Al
presentarse en los sucesivos concursos de proyectos de favelas, le fue
otorgada la realización de más de quince obras concretas.
El
aporte más significativo de la obra de Jáuregui, es la coherencia y unidad,
tanto de pensamiento como formal, mantenida a lo largo de un elaborado
proceso proyectual. El éxito de sus realizaciones radica en la estrecha
vinculación entre la teoría y la práctica; entre el estudio de la particularidad
de los usos y costumbres de la comunidad; los condicionantes específicos
del asentamiento en el contexto urbano y las soluciones urbanísticas y
arquitectónicas alcanzadas. Luego de más de medio siglo de concepciones
formales y espaciales impositivas, especialmente en relación com las comunidades
carentes, provenientes de la "alta'' cultura profesional; se trata ahora
de descubrir, asimilar y digerir las múltiples lógicas de la cultura popular,
configuradoras de los ambientes de vida de la comunidad.
Pero
ello ni significa caer en un mimetismo simplista, en un folclorismo banal,
en un regionalismo superficial, reproduciendo las características del
entorno preexistente. Ni afrontar, como se hizo tradicionalmente, el problema
de las necesidades insatisfechas de las poblaciones de escasos recursos,
con una concepción pragmática, funcionalista y tecnocrática, sin tener
en cuenta los componentes estéticos y los contenidos simbólicos y culturales
de formas y espacios. La estrcha articulación entre "alta'' cultura y
tradiciones populares; entre los aportes y contenidos de la vanguardia
mundial y la particularidad de los condicionantes locales, es uno de los
valores más significativos de la obra de Jáuregui. Cada una de las soluciones
alcanzadas en los adificios de uso social - los kindergarden infantiles,
las escuelas, las instalaciones deportivas; los centros de salud, de rehabilitación
laboral, de administración local; las plazas, parques y espacios públicos
- fueron diseñados con elementos formales de gran originalidad, pero al
mismo tiempo rescatando componentes asumidos de la propia tradición de
cada comunidad.
Pero
el factor más importante desde el punto de vista social, es la participación
de la comunidad en las decisiones alcanzadas en el proyecto y luego la
asimilación y uso de las innovaciones logradas. Resulta emocionante verificar
la percepción de cómo há cambiado la vida de la población; cómo la fealdad
y la tristeza que caracterizaba el ambiente de las favelas, se ha convertido
en un ambiente que ortoga alegría y esperanzas en un mundo mejor. La asociación
entre cambios urbanísticos y acción social, laboral, sanitaria y educativa,
crearon nuevas perspectivas para una población que siempre se consideraba
al márgen de la vida y la cultura urbana, salvo en los breves episodios
de los Carnavales o las fiestas populares. Aquella creatividad implícita
en las invenciones musicales y en los desfiles de las Escolas de Samba,
que intentaba imaginar un mundo de fantasía alternativa por escasas horas,
está ahora asociada en forma estable y permanente al ambiente cotidiano
de la comunidad. Es por ello, que se hace explícito el reconocimiento
de los habitantes por el trabajo que realizan urbanistas, arquitectos
y diseñadores, por mejorar sus difíciles e inhumanas condiciones de existencia,
heredadas del pasado. En aquellas favelas diseñadas por Jorge Mario Jáuregui,
la admiración por su obra lo colocan entre los "héroes urbanos'' de Río
de Janeiro.
Unidades Habitacionales en la Favela de Macacos
Dr.
Arq. Roberto Segre
Rio de Janeiro, marzo del 2000
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