Favelas |
La favela es un espacio espiritual |
Foto:
André Cypriano
Tal
vez la lección principal aprendida en la tarea de urbanizar favelas
consista en percibir que, a pesar de todos los problemas, de todas las
carencias, es el amor a la vida, mismo que trágica, efímera
y dolorosa, lo que permite, en la convivencia, alcanzar algo de felicidad.
Son conglomerados físico-sociales-ambientales de diferentes dimensiones, caracterizados
por sus condiciones específicas de inserción en el território
urbano. Está definida por su singularidad topográfico-paisajística,
su dimensión, su grado de organización interna y su dinámica
económico-cultural.
Son carentes en mayor o menor grado de servicios infraestructurales, escuelas,
equipamientos de salud, centros culturales, instalaciones deportivas,
tiene frágiles representaciones del poder público, deficientes
servicios de recolección de basura y casi decorativos servicios
de seguridad pública. No existe la noción de espacio público,
pues todo es privado y tampoco existen normas legalizadas sobre la delimitación
entre lo privado y lo comunitário. Lo que existe es una convivencia
consensuada que está permanentemente en negociación.
La favela se caracteriza por la riqueza de relaciones sociales y también
por estar en permanente proceso de modificación-expansión.
Favela implica el acceso a la tierra urbana por medio de la informalidad
de la propiedad de la tierra. Tres lógicas operan para efectivar
ese acceso:
- la lógica del Estado, mediante la cual los individuos
y la sociedad civil se someten a una desición del poder público
que asume las responsabilidades de definir la forma, la localización
y quienes tendrán usufructo asegurado por el poder público;
- la lógica del mercado, que puede operar tanto dentro
de la normalidad jurídica y urbanística del mercado formal,
cuanto de los llamados mercados informales;
- la lógica de la necesidad, determinada por la incapacidad
de acceder al mercado de tierras por los mecanismos formales. En este
caso existe tanto una carencia pecuniária, cuanto una carencia
institucional (carencia institucional de programas específicos
para atender a este segmento de la población, bien como carencia
de representación política).
De todo esto se deriva un proceso de acciones colectivas caracterizado
por ocupaciones de terrenos o inmuebles urbanos en situación legal
litigiosa o de propiedad pública.
La cantidad de población en situación de ocupación
informal en las metrópolis latinoamericanas varia mucho de un país
para otro. Yendo del 5 al 10% del total de la población del município
en países como Argentina, Uruguay o Chile, a 30 a 50% en México
o Brasil, llegando a 60% en Caracas y 70% en Lima.
Así, la característica de la informalidad urbana es de múltiple
matriz y se transforma rápidamente en las grandes metrópolis
de nuestro continente, pero define un modo específico de ser y
vivir, del cual se pueden extraer parámetros importantes de convivercialidad y gestión participativa de lo relativo al interés colectivo, como referéncia para el conjunto de la sociedad.
Foto:
André Cypriano
Jorge Mario Jáuregui
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