Literatura y Arquitectura

 

 
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El famoso texto Seis propuestas para el próximo milenio, del escritor Italo Calvino, funciona, en las reflexiones aquí presentadas, como una especie de declaración ética sobre las virtudes que deberían nortear nuestra actividad, tanto en el universo artístico como en la vida cotidiana. Son abordados conceptos que pueden ser relacionados a los imperativos éticos en el campo de la arquitectura y del urbanismo, permitiendo visualizar cualidades fundamentales al ejercicio de nuestra profesión.

Italo Calvino (1923-85), nacido en Cuba y radicado en Italia, preparó cinco conferencias - tituladas "Liviandad", "Rapidez", "Exactitud", "Visibilidad" y "Multiplicidad" - para ser proferidas en la Universidad de Harvard, EUA y nunca realizadas debido a la muerte del escritor. Una sexta conferencia ("Consistencia") ni siquiera llegó a ser escrita. Con la descontextualización de las consideraciones hechas por Calvino, - que tenían como centro de referencia la literatura - la inclusión de un tópico extra sobre la consistencia y el re-direccionamiento del enfoque para el campo de la arquitectura, se busca posibilitar asociaciones capaces de suscitar tanto nuevas cuestiones como retomar otras de permanente interés en nuestra área de actuación.

Liviandad
Al hablar de liviandad, Calvino revela su intención de "retirar peso" de la estructura narrativa y de lenguaje, y recuerda que algo apreciado por parecer leve muchas veces revela tener un peso insustentable. Cuando eso ocurre, afirma, surge la necesidad de "volar para otro espacio" y considerar el mundo bajo otra lógica, otros medios de conocimiento y de control. Dislocándose entre "alma sensitiva" y "alma intelectiva", el peso se disuelve en una entidad triplemente caracterizada, dice el: es livianísima, está en movimiento y es un vector de información.

En el campo de la arquitectura, la liviandad y las sutilezas de la técnica están íntimamente relacionadas, son fuente de innovación y se refieren, siempre, a la búsqueda de belleza. Según Oscar Niemeyer, la belleza resulta muchas veces de un contraste entre apoyos y volúmenes - es en ese juego que ella se insiere. La conquista de la liviandad estructural por medio de la plasticidad tectónica del concreto es una de las marcas que identifican la arquitectura de nuestro continente, indisolublemente ligada a la identidad brasileña y latino-americana en sus más altas conquistas. Un continuador de este linaje fuera del Continente es el arquitecto e ingeniero valenciano Santiago Calatrava, con la asociación entre la expresión dinámica de la maleabilidad plástica del concreto, estructuras ténsiles y formas de matriz orgánica. En otra vertiente, el sentido de precisión y determinación asociables a la liviandad se vincula a la expresividad mecánica del acero, que tiene como paradigma la tecnología naval, con el empleo de elementos constructivos basados en la utilización de cables y velas tensionadas. Así, la idea de liviandad está asociada, para nosotros, a las imágenes de suspensión, flotación y elegancia, relativas al "cuerpo" arquitectónico.

Rapidez
La cuestión de la rapidez, para Calvino, se coloca en el punto de articulación entre velocidad física y velocidad mental. Para el la rapidez está asociada a una sucesión de acontecimientos que escapan a la norma, encadenados unos a los otros y al establecimiento de una continuidad entre varias formas de atracción, manteniendo una relación lógica, de causa y efecto, entre varios episodios. Envuelve, al mismo tiempo, una economía de la narrativa en la cual esos acontecimientos, independientemente de su duración, se tornan puntiformes, interconectados por segmentos rectilíneos en un movimiento sin interrupción. Hay placer e interés estilístico y estructural en aquello que comporta economía, ritmo, lógica esencial. La fuerza del estilo, que en gran parte se identifica con la rapidez, nos deleita solamente por esos efectos y no consiste sino en eso, dice Calvino.

Hoy, la imagen de referencia generalizada es la de la multiplicación y de la rapidez de la transmisión de informaciones, que definen un carácter "desmaterializador" en nuestro campo. Soluciones formales adoptadas autonomizan continente y contenido. Las funciones internas no son más traducidas externamente. La aerodinámica expresa ahora valores estético-culturales y no más correspondencias funcionales. Al mismo tiempo, las tecnologías de la velocidad de la luz, donde todo llega sin la necesidad de dislocarse, caracterizan la "era de la llegada generalizada". Así, la posibilidad de "reunirse a distancia" define una nueva situación, en la cual el tiempo y el espacio fueron totalmente modificados, mudando también las relaciones entre publico y privado, lo que obliga a reformular todas las cuestiones. En relación con el objeto arquitectónico, la rapidez es un vector de dirección que envuelve expresión dinámica, intensidad y tensión. Lo que implica "apuntar para", utilizar trazos de dirección que podemos asociar con velocidad, elegancia y "smoothness", como ya indiqué en el texto "Arquitetura pós-contraditoria" ( Revista AU Arquitetura e Urbanismo N 53, pag 93).

Exactitud
Para Calvino, la exactitud quiere decir principalmente tres cosas: un proyecto bien definido; la evocación de imágenes visuales nítidas, incisivas, memorables; y un lenguaje lo más preciso posible como léxico y en su capacidad de traducir las nuances del pensamiento y de la imaginación. Implica también la bifurcación en dos direcciones: de un lado, la reducción de los acontecimientos contingentes a esquemas abstractos que permitan el cálculo y la demostración de teoremas; de otro, el esfuerzo de las palabras para dar cuenta, con la mayor precisión posible, del aspecto sensible de las cosas.

En el campo de la arquitectura y del espacio urbano, la exactitud remite a la idea de orden en la composición. Esa cuestión es muy amplia y comprende diversos aspectos, pero, sintéticamente, la cuestión del orden visual, tradicionalmente relacionado a las nociones de harmonía, equilibrio, proporción y perfección, hoy se disloca para el interés en la desarmonía, el no-equilibrio, la instabilidad dinámica, la flotación y la discontinuidad. El orden funcional, que para la modernidad era de donde se debería derivar la organización formal, hoy implica una inversión de esa relación pués "lo que diferencia la arquitectura del edificio es la potencia lógica que ordena más allá de lo que el edificio soporta de posible utilización", de acuerdo con Jacques Lacan. El orden estructural, que presupone la utilización de sistemas de representación coordenados (plantas, cortes, vistas) y la transmisión directa de las cargas al piso, hoy se torna mucho más ambiguo y complejo al disponer de sofisticadas herramientas para tratar con formas deformables, posibilitadas por la manipulación de cálculos y representaciones digitalizados. El rigor conceptual se refiere a la necesidad de fundamentación, de legitimidad intelectual. La exactitud se relaciona, así, directamente a la geometrización del objeto, al trabajo tanto con geometrías complejas cuanto con geometrias simples, elaboradamente articuladas.

 

Visibilidad
Para hablar de este tópico Calvino toma como referencia el cine y la imágen, - que es, de inicio, "vista mentalmente" - interpretando la película como una sucesión de etapas, materiales y inmateriales, en las cuales las imágenes van adquiriendo forma. Funciona continuamente en nosotros, dice el escritor, un "cine mental", que no para de proyectar imágenes. Hablando de ejercicios espirituales, muestra las instrucciones para la puesta en escena de una composición visiva, que consiste en ver con los ojos de la imaginación el lugar físico donde se encuentra aquello que deseamos contemplar - por ejemplo, un templo o un paisaje. Por eso tanto el escritor como el arquitecto realizan operaciones que "envuelven el infinito de su imaginación o de la contingencia experimentable", y el infinito de las posibilidades lingüísticas.

Para nosotros, arquitectos, todas las realidades y fantasías solo pueden tomar forma a través del acto del registro, en el cual exterioridad y interioridad, el otro y el yo, experiencia y fantasía, aparecen compuestos por el mismo material, el croquis, que es la forma como las ideas vienen al mundo en el campo de la arquitectura y del urbanismo, mucho antes de ser digitalizadas. En el plano específico del objeto, la visibilidad está relacionada, por su vez, con la verticalización, la diferenciación y la noción de imágen-movimiento (Gilles Deleuze).

 

Multiplicidad
Para Calvino, la multiplicidad está relacionada con el modo de conocimiento contemporáneo por el cual el mundo es interpretado como una compleja trama de relaciones sobrepuestas, como una intrincada red de conexiones. Basándose en Robert Musil, apunta para la inconciliabilidad de dos polaridades contrapuestas: la exactitud matemática o espíritu puro, de un lado, y el alma, irracionalidad, humanidad o caos, del otro. La tarea - y el desafío - del arte (y de la arquitectura en tanto arte) es conseguir tejer un conjunto de diversos saberes y códigos en una visión en que la pluralidad de los lenguajes pueda funcionar como garantía de una verdad que no sea parcial.

Multiplicidad y complejidad son conceptos asociados y una de las formas de interpretar el nuevo estatuto inestable de la imágen relacionada a los medios de comunicación en el campo de la arquitectura. Ellos pueden expresarse en el uso de una gramática consistente en una serie de camadas superpuestas, acumuladas en la misma representación, poniendo en juego una estética de la saturación que tiene como objetivo la búsqueda de la máxima concentración de informaciones en el mínimo de espacio-tiempo.

Estos conceptos se refieren también a los modos en que un objeto establece conexiones con el contexto, condicionado por múltiples determinaciones, donde desaparecen las oposiciones y aparecen las bifurcaciones. En el campo de lo urbano, la multiplicidad apunta para la búsqueda de inclusión de la polifonía de voces que componen el escenario de las megalópolis contemporáneas, caracterizadas por la sobreposición, yuxtaposición y conflicto de valores, códigos culturales y modos de apropiación del espacio. La multiplicidad se refiere, así, a la presencia de numerosos componentes en la percepción del objeto y del espacio urbano.

El desafío de la arquitectura en tanto que arte es tejer un conjunto de diversos saberes y códigos, en una visión en que la pluralidad de los lenguajes funcione como garantía de una verdad que no sea parcial. En el campo de lo urbano, la multiplicidad apunta para la inclusión de la polifonía de voces que componen las megalópolis contemporáneas, caracterizadas por la superposición, yuxtaposición y conflicto de valores y modos de apropiación del espacio.


Consistencia
Para abordar la consistencia en arquitectura podemos considerar, inicialmente, la definición de Aurélio Buarque de Holanda: la consistencia se refiere a una cualidad, al carácter de alguna cosa e implica la concordancia entre los elementos de la cosa. Envuelve perseverancia, firmeza, constancia y compatibilidad; lo que es consistente es formado, constituído. En arquitectura, la consistencia remite inmediatamente a la cuestión de la composición, o sea, a la tarea de elaboración de configuraciones que colocan en primer plano el problema de la percepción del orden compositivo, o sea, de los principios estructuradores básicos. Del modelo de las organizaciones "maquínicas", bien formadas y totalizadas, propias del movimiento moderno funcionalista, se pasa en la última década para las organizaciones no-lineales, que incluyen rupturas y deformaciones, constituyendo "totalidades destotalizadas", poniendo en juego una estética de lo no-completo, de la incompletud. Por otro lado, desde el punto de vista topológico, algo puede ser entendido como consistente si tiene la capacidad de "mantenerse junto". Lo que remite en nuestro campo, a la cuestión de configuraciones que presentan una calidad de "amarración", que, en síntesis, apunta para la cuestión del "cuerpo" de la arquitectura.

Así, la consistencia, en el caso de la arquitectura, está claramente relacionada a la idea de "bien armado", "bien montado", de relaciones necesarias, mismo que fragmentarias, entre todos los componentes, tanto en el caso del objeto arquitectónico cuanto de un "partido urbanístico" (urban scheme).

En una época de intensos cambios como la nuestra, cuando las relaciones entre sociedad e individuo, entre público y privado, entre micro y macro están en proceso de profundas transformaciones, también las relaciones en el campo de la arquitectura entre permanente y efímero, entre solidez, masa y liviandad, tienden a reconfigurarse.

Pero el sentido de proporción, la búsqueda de coherencia, de consistencia y de orden (mismo que cada vez mas complejo) permanecen siendo cuestiones básicas de nuestra disciplina. Inmersos en el seno de la ciudad democrática, atentos a las singularidades y especificidades del entorno físico y social de cada local de intervención, y disciplinados en la búsqueda de soluciones, nuestro trabajo trata de trascender las determinaciones del momento. Esta es una de las lecturas que podemos realizar, desde nuestro campo de intereses, del instigante texto de Italo Calvino.

Y porque la materia de la literatura no es el conocimiento o el desenvolver metódico de la história literária, y, mucho menos, la demostración de teorias, sinó una substância fluída (la "imaginación") en que están inmersos no solo los escritores, sino también los lectores comunes, ella es un "insumo" imprecindible para un arquitecto.


Croqui Casa Expansível

Jorge Mario Jáuregui